...una ligera sinfonía que venía de quien sabe donde, cruzaba las barreras en su cabeza, un dulce sonido que se le antojaba más como un sabor o un aroma conocido, pero no.
Era un sonido, no había duda. Una musica que hacía estremecer su corazón y erizaba su piel, no lograba recordar el origen; no conseaguía ignorarla pero tampoco lo deseaba, era una adicción que bloqueaba lo demás. Pensó mucho en ella y sin embargo, nunca hayó procedencia alguna de tan magnífica melodìa.
No supo con exactitud cuando le ganó el sueño y se durmió, solo entonces recordó y entendió todo, no era una canción como creía, era una voz; el sonido de una risa que le probocaba una sonrisa, el tono que hacía que olvidara que existia el mal, la amargura, la ansiedad o el odio, escuchó entre sueños las palabras que solo su subconciente recordaba.
Su sueño era un sonido, una voz y nada más que eso.
La voz de su amor, de "su persona", su vida...su risa, sus palabras.
Cada noche se repetía la misma historia: insomnio, penamientos, derretirse al sueño, soñar y olvidarlo todo a la mañana para comenzar de nuevo por la noche.
Pero quien sabe, quizá alguna vez alguien diferente conquistaría sus pensamientos y nunca alejaría su voz ni su risa.
Alguna vez, quizá...
...mientras tanto, su corazón latía igual que el otro, más cerca que siempre y más lejos que nunca...
septiembre 06, 2007
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