mayo 07, 2010

Los que vienen...

//Jamás duran para siempre, espera lo que viene, siempre siempre hay algo. Creelo, intenta creerlo. Es una promesa, puedes creerme a mí.

Hay días, más que días deben ser temporadas, meses o más que meses...
Hay días donde ni el sol, ni el cielo, ni lo mejor de la vida funcionan de mucho...
Cuando se está solo, cuando se está triste, cuando falta algo, cuando no se sabe nombrar ese algo...
Durante esos días, durante esos meses, cuando los sabores no saben, ni los olores existen, cuando los colores no brillan...
Cuando las personas no sirven, cuando los amigos no alegran y la risa se olvida...
Cada instante en que no aparece el sentido, en donde no se vislumbra el destino...
Cuando los detalles se vuelven absurdos, cuando el amor se antoja a basura, cuando el pesimismo se acerca para quedarse...
Las veces en que se olvida lo bueno, se esconde el cariño y se pierden las ganas...
Los momentos en que se adopta la apatía, en que el futuro se arruina pon pensar sinsentidos...
Cuando lo absurdo del mundo, lo impersonal de la gente, la miseria de la peor parte de la soledad, el miedo del qué dirán, la agonía de un cada día, la falsa delicia de la rutina, el temor a lo nuevo, la rabia de lo no dicho, la impotencia de lo no hecho...
Días tras días envueltos en ciclos infinitos de cansancio, de aburrimiento y de nada...
Días de lo mismo, días vacíos, días de frío, días de nadie, días sin nadie...
Hay días en que da miedo mirar de frente a la vida, da tristeza y da soledad...
Peor por cada uno de esos días, temporadas, meses y más que meses, habrá un exacto contrario, un complemento antagónico.
Entonces, y solo entonces, podríamos notar que no valen tanto.
Hay días malos, tristes y solos...pero son días que nunca pueden durar por siempre.
Dicen que los buenos vienen justo después...yo voto que sí.
Es una promesa, puedes creerme a mí.